Conseguí el empleo pero ahora no me siento satisfecho

Conseguí el empleo pero ahora no me siento satisfecho

¿Quién no ha ingresado a una compañía después de un proceso de selección y se ha sentido en el lugar equivocado? ¿Cuántos de los que nos leen han sentido que no pertenecen a esa compañía? ¿Que no pueden ser ustedes mismos?  Me atrevería a asegurar que por lo menos a una persona de cada 5 le sucede y es realmente desalentador y hace que el proceso de adaptación a la nueva empresa sea más difícil.

¿Y qué es exactamente lo que pasó? ¿Dónde estuvo el error?

El proceso de selección es un proceso de doble vía, y si bien es cierto que como consultores tenemos la responsabilidad de trasmitir la mayor fuente de información al candidato acerca de la compañía, el candidato también tiene la responsabilidad de averiguar, indagar, analizar y percibir la cultura empresarial de la compañía para la que se está postulando. No es solo pensar en un nuevo cargo por hacer un cambio, por ganar más dinero, por crecer profesionalmente o por cualquiera que sea nuestra motivación, es darle la importancia a un aspecto a menudo invisible.

La cultura empresarial nos habla de la personalidad de la compañía, de esos valores, creencias y filosofías compartidas, de eso que normalmente es difícil de describir pero que se percibe en el día a día, incluso se percibe desde que estamos en el proceso de selección, por la forma como se desarrolla todo el proceso, la manera como interactuamos con los miembros de la nueva organización.  El fit cultural en mi opinión es uno de los aspectos más trascendentales y que determina si el proceso se hizo de manera efectiva o no, evita reprocesos a los consultores y a la empresa y por supuesto garantiza que el nuevo empleado se sienta a gusto, confiado y tranquilo con la decisión que tomó.

Así las cosas y entendiendo que el proceso es en doble vía haré algunas recomendaciones para ambas partes:

Reclutadores:

  • Conocer de primera mano la cultura empresarial, disminuye las brechas durante el proceso de selección y nos permite identificar el talento idóneo para cada compañía. 
  • Hablar de manera franca y sincera a los candidatos acerca de la cultura empresarial a la que se enfrentan y que ellos tomen sus decisiones basados en hechos reales.
  • Hacer preguntas orientadas a determinar el fit cultural y tomar decisiones así retrasen nuestros procesos. Si nos damos cuenta que alguien es demasiado bueno pero que no encaja en la compañía, debemos hacérselo saber por su bien y por el nuestro.
  • Analizar al candidato más allá de su conocimiento y de su experiencia, procurando que su personalidad se ajuste con la personalidad de la compañía

Candidatos:

  • Indaguen sobre la cultura de la compañía para la cual participan, ¿cuáles son sus valores? ¿cómo acostumbran a trabajar? ¿Cuál es su estilo de liderazgo? ¿cómo es el ambiente de trabajo?
  • Averigüen con empleados de la compañía, tener el punto de vista de alguien que vive el día a día siempre será una fuente confiable. Pidan referencias a 2 o 3 personas para tener un criterio más sólido.
  • En cada etapa del proceso de selección, analicen todo, la forma como los reciben, cómo se comportan los entrevistadores, qué lenguaje utilizan, las instalaciones, el ambiente que se percibe, la forma como se lleva el proceso normalmente habla de la organización y la forma de hacer las cosas en cada compañía.
  • Finalmente, en cada parte del proceso deben sentirse a gusto, seguros, confiados de qué ese es el mejor lugar para trabajar. Si en algún momento tienen alguna duda, intenten despejarla para que puedan tener tranquilidad.

Y en cualquiera de las posiciones, que el gusto o el amor por una compañía o la necesidad por conseguir un trabajo o al candidato idóneo, no nuble tu objetividad, pues de ella dependerá el éxito de tu proceso de selección y también la tranquilidad y adaptación al nuevo lugar del candidato.

Afinemos nuestros oídos, nuestro corazón, nuestra mente para que el hecho de ir trabajar cada día sea sinónimo de gozo y tranquilidad, que tu carga sea ligera y que el lugar que escojas para trabajar te represente.

Escrito por:
Martha Meriño